+¡.>¿¡`Nada

Durante 3 minutos la consigna fue no hacer nada, algo excesivamente complicado siendo sincera, controlar a mi cuerpo de cierta manera fue más fácil que controlar mi mente, mis pensamientos. Mi cuerpo estaba quieto, inmóvil mientras mi cerebro trabajaba mucho pensando en lo que había hecho hoy.

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El sonido de la barba moviéndose como pinos al viento y la zorra en la mesa ahora cocodrilo el agua alrededor, tick tock tick tock, y la profundidad del aire escarbándome tick tock tick tock y la mano en la cabeza masajeándome cerrando los ojos, rascándome. ¡Qué lindo!, qué ensueño pero no puedo quedarme dormido me incorporo saco el codo de la mesa y el pedazo de papel que desechó la perforadora y café que viene de la taza y veo el libro y quiero entrar en ese bosque por la tapa y me detengo.

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No hacer nada. Me encanta.
Qué cansado estoy. No me había dado cuenta.
Repito la palabra “nada” en mi pensamiento.
Estaba cómodo, pero ahora me doy cuenta de que me duele la espalda.
Cerraré los ojos? No especialmente. Aníbal y Male los cierran. Male después los abre. Mejor ni una cosa ni la otra. Por momentos se me cierran.
Nunca es no hacer nada, porque respiro.
Dejo de repetir “nada”, porque si no, es algo. Mis párpados caen.
Suena el despertador. Pasaron demasiado rápido los tres minutos, no como cuando a mi hermana le tocaba la hamaca.