Zoom in

Sigo sentada en la silla de mi escritorio pero quiero acostarme en la cama donde tengo que dar dos pasos para llegar a ella, hace algo de frío por lo que me tapo con el acolchado, mi mano se acerca a una de las cosas con las que paso más tiempo, al ebook donde guardo muchas historias con distintas tramas que me van a enganchar y hacer disfrutar como a cualquiera, estoy lista para seguir con la última historia que deje por otros compromisos y responsabilidades, como cada noche ansío hacerlo, y más con una novela que engancha, también me acerco al celular para ver novedades en las redes sociales.

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El mate sobre la mesa y el termo, justo delante de la lámpara, proyecta una sombra sobre la mesa de madera. Mate de cuero cosido con hilo blanco. La montaña de yerba está seca arriba y húmeda en el pie. Hay contraste entre los verdes según las partes de la montaña. La bombilla tiene unos brillitos en algunas partes.

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En la habitación hay un hombre sentado en su escritorio frente a su computadora. La imagen se va acercando desde atrás y enfoca sus cabellos canosos. Esquiva su cabeza y las luces de los parlantes llaman la atención es un grabador con dos parlantes que en la oscuridad parecen ojos. Se abren y se cierran se encienden y se apagan. Cambian de color como si tuvieran emociones y deseos latentes ¿quién lo maneja? ¿acaso tiene vida propia? De a ratos el grabador susurra.

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Es un cuadro sobre la pared blanca. Tiene marco dorado. Desde acá, como no lo veo de frente, no se ve rectangular, pero sé que lo es. El marco es dorado y ancho. Los colores incluyen tonos de azul, blanco, verde, marrón y negro. Hay una transición gradual en el cielo, entre el blanco de la luna y el azul del cielo. El suelo donde están los ranchos tiene blanco. Los árboles al costado de los ranchos tienen verde y negro, y están torcidos. La iluminación del cuarto me permite ver los detalles: son tres ranchos, que están más lejos que los árboles.

Zoom out

Me paro del escritorio y camino a la puerta que es marrón y está cerrada, la abro, camino por un pasillo que no es muy amplio donde hay una mesa que tiene una lámpara prendida para alumbrarlo, llego a las escaleras y prendo la luz tambien, mis pies se mueven siguiendo las órdenes de mi cerebro. Llego abajo, entro en la cocina para ver si esta mi hermana o mi mamá, después salgo de ahí y voy al comedor, quiero relatarles mi tarde mientras cenamos como todas las noches con una película de Netflix ya puesta en la tele a la que está conectada la computadora apoyada en una mesa que tenemos ahí. Doy inicio a la película y hablamos.

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Es un punto negro en la pared dentro de un montón de otros puntos más grises y menos negros, que hacen una mancha. Está cerca de la esquina del cuarto, donde en la otra pared se apoya la silla plegada. Cerca está la bolsa y la mochila. Adelante de ellas, el amplificador de la guitarra es un obstáculo. Se trata de un rincón lleno de cosas. Adelante del montón se ve el suelo de tablitas de madera, que termina en la puerta, que tiene espacio para abrirse a pesar del montón.

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Voy para afuera. Zoom out.
Las luces de led cambian de color pero igual se refleja en el medio del parlante la red protectora de metal. Esta es de color negro igual que el parlante exceptuando los botones que son plateados. Combina con el negro del monitor, de la Torre de la PC y del cabello de quién maneja la compu. Predomina el negro en el escritorio y en el hombre. Menos en las paredes, estas son blancas.


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Los brillos se deslizan y cambian de posición a medida que me alejo. El pozo también se ilumina con la distancia. Desde afuera de la casa las formas se van haciendo menos reconocibles y solo puedo ver el recipiente como un bulto oscuro entre otros objetos igual de oscuros en la mesa. El bulto se transforma en un punto sobre un espacio cada vez más pequeño que es la superficie de la mesa.

Cámara fija

Mi PC nos observa quieto. Ve que navegamos por el cuerpo, a veces en forma similar (porque todos los humanos son iguales, piensa él), pero hacemos a veces cosas distintas. Alguien hace algo diferente y después otros vienen atrás, cada uno desde su rectángulo, haciendo parecido pero distinto. Los pixels delatan cada diferencia, aunque a él no le importa.
Mi PC sabe cuál es la derecha y cuál es la izquierda, y ve tanto el conjunto como cada detalle, todo al mismo tiempo. Su estúpida atención registra todo. Inútilmente, porque nada será grabado hoy.

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Me pregunto qué verán y pensarán las personas ajenas al taller, por ejemplo qué pensara mi familia al verme hacer esos movimientos, me mirarán y centrarán su atención en mi o en la pantalla, a cuál de todos mirarán, cuál será su recorrido, su cámara fija hacia qué persona mirará y la razón de que mire ahí, se quedarán mucho tiempo mirando o se aburrirán rápido y se irán, muchas interrogantes de este tipo se abren paso en mi cabeza mientras sigo realizando movimientos, pronto me encuentro preguntándome cuál es mi cámara fija, a quién estoy mirando y por qué estoy mirando a esa persona.

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Oxígeno me dijo llevar por la gravedad hacia el fondo tres metros hay me acuesto y miro la superficie cardúmenes sobre mi cara se espantan con las burbujas. Rayos de sol recorriendo mi anatomía inmóvil un pequeño pez mordisquea mis bigotes otro más grande me salva comiéndose a el pequeño las olas y el brillo solar dibujan texturas y colores extraños. De repente....

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Agua rompiendo en la roca. A veces se ve en el aire saltar. El sol cae. Las estatuas están de espaldas a mi mirando hacia el mar. Comienzan a moverse lentamente hacia un lado y hacia otro avanzando. Se escucha el ruido (ruidal) a desentierro. Todas parecen hacer una coreografía, se mueven en espejo. Hacia la derecha y luego hacia la izquierda, en sus lugares.
Todavía queda un hilo de claridad.

Mueven todas el brazo derecho, primero hacia el costado luego lo levantan, lo suben hasta el máximo de estriación y lo dejan caer lentamente. Luego hacen lo mismo con el brazo izquierdo. Lo sacan al costado, lo suben al máximo de estriación y lo dejan caer lentamente.